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Renata Zarazúa cerró la temporada con uno de los triunfos más importantes de su carrera. La mexicana conquistó el WTA 125 de Austin, Texas, un torneo que la vio competir con madurez, control emocional y una claridad táctica que refleja el crecimiento que ha mostrado durante los últimos meses. Su victoria la reafirma como una de las deportistas más consistentes del tenis mexicano actual.
El camino hacia el título no fue sencillo. En la final enfrentó a la canadiense Marina Stakusic, jugadora que venía mostrando regularidad y potencia desde el fondo de la pista. Zarazúa inició abajo en el marcador tras ceder el primer set, pero logró ajustar su plan de juego, especialmente en la devolución y en la selección de golpes en rallies largos. Ese cambio de ritmo le permitió dar la vuelta al encuentro y cerrar con parciales de 4-6, 6-3 y 9-3.
Los números acompañan su actuación: alcanzó un 83 % de efectividad con el primer servicio, sumó un ace clave en momentos de presión y capitalizó 5 de 9 oportunidades de quiebre. Este tipo de indicadores explica por qué cada vez más analistas del circuito y aficionados que siguen apuestas online tenis destacan su lectura de partido y su capacidad para sostener intensidad durante largos tramos.
El título tiene un valor emocional añadido. Días antes de la final, Zarazúa fue blanco de ataques y comentarios agresivos en redes sociales, situación que podría haber desestabilizado a cualquier deportista. Sin embargo, ella respondió desde la cancha, mostrando una madurez competitiva que terminó siendo uno de los grandes relatos de este torneo.
Un impulso clave en la clasificación WTA
Además del trofeo, la mexicana obtuvo 93 puntos para el ranking mundial, elevando su total a 944 unidades. Con ese registro escaló hasta el puesto número 70, una mejora significativa considerando que inició el torneo como la número 82. Este avance la coloca muy cerca de regresar al nivel que alcanzó en noviembre del año anterior, cuando llegó a ocupar la posición 51, su mejor ranking histórico.
Zarazúa ha mostrado un patrón de progresión constante, apoyado en una buena planificación de torneos y en la capacidad de capitalizar cuadros competitivos en la categoría 125. Aunque todavía no está confirmado si participará en los próximos eventos de esta gira —Colina (17–23 de noviembre) y Buenos Aires (24–30)—, su nivel actual le permitiría aspirar a cerrar el año dentro del top 60 si decide competir.
Un cierre de temporada que cambia el panorama
Este título en Austin llega en un momento clave para el tenis mexicano femenino. Zarazúa está logrando resultados que no solo impulsan su carrera, sino que también incrementan la visibilidad del deporte en un país donde pocas jugadoras han logrado sostenerse en el circuito profesional con consistencia. Su actuación en este tramo final del año es un recordatorio de su potencial competitivo y de la evolución que viene construyendo desde hace varias temporadas.
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