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El proyecto de Javier Aguirre al frente de la Selección Mexicana continúa avanzando rumbo al Mundial del 2026. Con la próxima Fecha FIFA de noviembre a la vuelta de la esquina, el técnico trabaja en la lista final de jugadores que enfrentarán a Uruguay y Paraguay, encuentros que serán clave para observar variantes y ajustar la estructura del equipo de cara a un año determinante.
En medio del lanzamiento del nuevo uniforme de México, el cuerpo técnico ha evaluado distintas opciones ante las bajas recientes. La intención es mantener la competencia interna y ofrecer oportunidades a futbolistas que podrían escalar posiciones rumbo a la lista definitiva para la Copa del Mundo, especialmente ahora que el panorama de las selecciones clasificadas al Mundial 2026 empieza a tomar forma y México intenta recuperar terreno en su propio proceso.
Cuándo juega México en noviembre
El Tricolor disputará dos partidos amistosos este mes:
- 15 de noviembre vs Uruguay
- 18 de noviembre vs Paraguay
Ambos encuentros servirán como pruebas directas para medir el progreso del equipo y la adaptación de los jugadores al estilo que propone Aguirre, cuyo enfoque se ha centrado en solidez defensiva y transiciones más rápidas.
Lozano y Obed Vargas, las sorpresas del llamado
Tras evaluar el estado físico de varios titulares, Aguirre ha decidido incluir dos nombres que no estaban contemplados inicialmente: Hirving “Chucky” Lozano y el mediocampista Obed Vargas.
Lozano vuelve tras semanas de rumores y especulaciones, mientras que Vargas recibe una oportunidad para mostrarse en un contexto internacional. La convocatoria del extremo, pese al ruido mediático reciente, confirma que el técnico mantiene plena confianza en su capacidad para desequilibrar por las bandas.
Fuentes cercanas al entorno de la Selección señalan que ambos jugadores serán considerados desde el arranque de la concentración y podrían sumar minutos dependiendo de la evolución de los entrenamientos.
Aguirre busca consolidar un cuadro base para 2026
Más allá de los nombres puntuales, el desafío del Vasco es encontrar estabilidad, algo que ha costado en los últimos meses. El técnico suma ya siete procesos mundialistas en distintas funciones, por lo que entiende la importancia de llegar al 2026 con una estructura definida y sin improvisaciones.
La Selección Mexicana cerrará el año enfocada en corregir inconsistencias, fortalecer automatismos y depurar la lista definitiva. El objetivo es llegar al torneo en óptimas condiciones, especialmente en un ciclo donde la presión mediática ha aumentado y el rendimiento local y de los futbolistas en el extranjero se sigue con lupa, tal como ocurre en la Liga MX tabla durante cada jornada.
Incluso, dentro del entorno del combinado nacional se observa de cerca la actividad internacional del continente —desde ligas europeas hasta torneos sudamericanos—, pues Aguirre y su equipo técnico entienden que el nivel competitivo que se verá en la final Copa Libertadores 2025 marcará parte del estándar que México deberá enfrentar cuando llegue el Mundial.
Con todo esto, los amistosos de noviembre se convierten en un nuevo filtro para ajustar piezas y acelerar la construcción del equipo que representará al país en 2026.
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