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El Palmeiras protagonizó una de las noches más épicas de la Copa Libertadores al vencer 4-0 a Liga de Quito en el Allianz Parque, revirtiendo un 3-0 adverso del partido de ida. El conjunto brasileño salió decidido desde el inicio, con una presión intensa y una línea ofensiva que asfixió a los ecuatorianos. Ramón Sosa abrió el marcador al minuto 20 con un potente cabezazo, y antes del descanso Bruno Fuchs amplió la ventaja con un remate cruzado que encendió las tribunas.
La segunda mitad fue una exhibición de carácter y precisión. Raphael Veiga, ingresado como revulsivo, marcó dos goles más —uno de ellos desde el punto penal— para cerrar una remontada que quedará grabada en la historia reciente del club. El equipo de São Paulo dominó todas las fases del juego, neutralizó el medio campo rival y no permitió a LDU generar peligro real. Con este resultado, el verdão aseguró su boleto a la definición del torneo tras una actuación impecable.
Una clasificación con sabor a gloria continental
El triunfo de Palmeiras no sólo tiene valor deportivo, sino también simbólico: demostró su jerarquía, capacidad de reacción y fortaleza mental ante un rival que lo había superado con claridad en la altura de Quito. Liga, por su parte, se despidió con la frustración de no haber sabido administrar una ventaja que parecía definitiva. La serie deja en evidencia el poderío del fútbol brasileño en instancias decisivas y confirma a Palmeiras como un serio aspirante al título.
Tras esta gesta, el equipo se enfoca en el último paso del certamen. Los de Abel Ferreira buscarán repetir su consagración y ampliar su legado en el continente, con la mirada puesta en la Copa Libertadores final, donde intentarán coronar una campaña marcada por la resiliencia y el juego ofensivo.
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