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El mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, estará fuera de acción por al menos tres meses tras confirmarse que necesitará cirugía en el dedo del pie, de acuerdo con reportes de ESPN. La lesión ocurrió en la Semana 2 frente a los Jacksonville Jaguars, en un duelo que terminó 31-27 a favor de Cincinnati y que dejó preocupaciones más allá del resultado.
El momento clave se dio en el segundo cuarto, cuando el ala defensiva Arik Armstead lo capturó y Burrow quedó debajo de varios jugadores. El quarterback intentó salir cojeando, pero apenas dio unos pasos antes de desplomarse. Fue trasladado a la carpa azul de evaluaciones y posteriormente descartado para el resto del juego. Más tarde, salió con muletas y una bota ortopédica, confirmando que la dolencia era más seria de lo que se pensaba en un inicio.
En su lugar ingresó Jake Browning, quien no solo cumplió el papel de relevo, sino que lideró una remontada dramática con un acarreo de una yarda a 18 segundos del final. Esa victoria alivió momentáneamente a la afición, pero no borró la sombra de otra larga ausencia de su mariscal estelar.
La historia de Burrow con las lesiones preocupa a la franquicia: ya estuvo fuera en 2020 por un problema de rodilla y en 2023 por una cirugía en la muñeca, además de arrastrar molestias en la pantorrilla en el último campamento de entrenamiento. Sin él, los Bengals tienen un récord negativo, con un promedio ofensivo que baja a menos de 20 puntos por partido.
La lesión no solo condiciona el futuro inmediato del equipo, también impacta en el escenario de apuestas. Las cuotas de Cincinnati en la AFC Norte y en la lucha por los playoffs han comenzado a ajustarse, y la confianza en Browning será determinante para mantener vivas las aspiraciones. Para quienes siguen de cerca el mercado deportivo, este es un factor clave al momento de apostar en la NFL en 2025, ya que la baja de Burrow modifica tendencias y abre oportunidades en líneas que antes parecían cerradas.