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El central colombiano Yerry Mina volvió a hablar de uno de los capítulos más duros de su carrera: su paso por el FC Barcelona en la temporada 2017-18. Llegó procedente del Palmeiras, club con el que había brillado en la Copa Libertadores y donde se convirtió en una de las jóvenes promesas más sólidas del continente. Su salto a Europa parecía el paso natural tras destacar en Brasil, pero la experiencia no fue la esperada.
En una entrevista reciente, Mina confesó que el entonces técnico culé, Ernesto Valverde, solo le dirigió la palabra el primer día y después lo mantuvo siete meses en silencio. Apenas disputó seis partidos oficiales, a pesar de que el equipo conquistó Liga y Copa. Su adaptación fue complicada, entre la falta de confianza y una lesión en el pie sufrida durante un entrenamiento.
De España a Inglaterra
Tras aquella etapa breve en Barcelona, Mina salió rumbo a Inglaterra en busca de protagonismo. El Everton pagó treinta millones por su fichaje y allí el colombiano vivió cinco años de altibajos, con momentos destacados en la Premier League, sobre todo bajo el mando de técnicos como Marco Silva y Carlo Ancelotti. Su fortaleza aérea y carácter competitivo le dieron un lugar en el corazón de los hinchas, aunque las lesiones lo persiguieron con frecuencia.
Esta mezcla de vivencias lo convirtió en un jugador con experiencia en dos de las ligas más exigentes del mundo: primero en España, donde tuvo que convivir con la sombra de gigantes como el Real Madrid y el Barcelona, y luego en Inglaterra, donde aprendió a lidiar con la intensidad y el ritmo frenético de cada jornada.
Anclajes hacia el presente
- Su pasado en el Palmeiras conecta directamente con el atractivo de apostar en la Copa Libertadores, torneo donde dio el salto a la élite antes de vestir la camiseta del Barça.
- En la actualidad, la lucha por cuál es el mejor equipo de LaLiga EA Sports sigue viva, y su paso por España permite recordar lo difícil que es adaptarse al nivel de exigencia que marcan Barcelona y Real Madrid.
- Sus años en Inglaterra lo vinculan inevitablemente con la emoción de apostar en la Premier League, una competición que lo recibió con intensidad y donde demostró su carácter en escenarios históricos.
En la recta final de su carrera, hoy en el Cagliari de la Serie A, Mina mira atrás y reconoce que cada paso —desde los rechazos en sus inicios hasta los títulos celebrados y las lesiones sufridas— lo moldearon como futbolista. Su testimonio no solo ilumina un capítulo oscuro en el Barça, también sirve para comprender cómo un jugador puede atravesar momentos de gloria y adversidad en tres de los torneos más seguidos por los aficionados al fútbol mundial.