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La pelea entre Isaac “Pitbull” Cruz y Lamont Roach Jr. cumplió con las expectativas en cuanto a intensidad, pero dejó una sensación amarga tanto en el ring como fuera de él. El combate, disputado este fin de semana, terminó en empate tras la decisión de los jueces, un resultado que ninguno de los dos boxeadores aceptó con conformidad y que rápidamente encendió la polémica.
Desde el primer asalto, el enfrentamiento fue cerrado, con momentos de dominio alternado y un ritmo agresivo que mantuvo al público expectante. Sin embargo, al conocerse las tarjetas —dos jueces marcando empate— la atención se desvió del rendimiento deportivo hacia el arbitraje y la actuación de los oficiales. En ese contexto, ambos protagonistas ofrecieron declaraciones contundentes, dejando claro su desacuerdo con el fallo.
Isaac “Pitbull” Cruz fue uno de los más críticos. El campeón superligero del CMB aseguró que había hecho lo suficiente para llevarse la victoria y señaló directamente al referee como responsable del desenlace. Según el mexicano, hubo acciones durante el combate que influyeron de forma negativa en su desempeño, especialmente en momentos clave. “Yo hice mi trabajo. Vine a dar una gran pelea y creo que gané claramente”, expresó, visiblemente molesto tras bajar del ring.
Cruz también apuntó que su rival cometió faltas que, desde su perspectiva, no fueron sancionadas correctamente. En particular, mencionó golpes bajos que no recibieron advertencia, lo que —a su juicio— terminó condicionando el desarrollo del combate. Pese a su enojo, el boxeador mexicano dejó abierta la puerta a una revancha, aunque puso una condición clara: que el próximo combate tenga un arbitraje distinto. “Claro que le daría la revancha, pero con otro referee”, afirmó.
Por su parte, Lamont Roach Jr. no ocultó su frustración. Aunque sufrió una caída durante el combate, el estadounidense también consideró que había hecho lo suficiente para ganar y dirigió sus críticas hacia los jueces. “No acepto este resultado en lo absoluto”, señaló, insistiendo en que, a su entender, había logrado una victoria cerrada pero legítima. Para Roach, el fallo no reflejó lo ocurrido sobre el cuadrilátero, y reclamó un trato justo en decisiones futuras.
El empate dejó múltiples interrogantes entre aficionados y especialistas, especialmente entre quienes intentaban resolver la pregunta que muchos se hicieron al final del combate: quién ganó la pelea de hoy sábado. La respuesta oficial fue un empate, pero las reacciones de ambos boxeadores reflejan que la historia está lejos de cerrarse.
Con este escenario, la posibilidad de una revancha comienza a tomar fuerza de cara al próximo año. El interés generado, sumado al final polémico, convierte a un segundo combate en una opción atractiva tanto para los promotores como para el público. Mientras tanto, la pelea entre Pitbull Cruz y Lamont Roach Jr. quedará marcada no solo por su intensidad, sino también por una decisión que dejó a todos inconformes.
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