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Author:
Andy Scott
Checked by:
Adam Pilkington
Updated:
May 28, 2025
Mike Conley y la última frontera: 18 temporadas para llegar a una final

En una NBA cada vez más rápida, joven y mediática, Mike Conley representa la constancia silenciosa. A sus 37 años, el base de los Minnesota Timberwolves está viviendo un momento decisivo: se encuentra a un paso de disputar, por primera vez, unas Finales de la NBA. Y lo hace sin cambiar su estilo: sin escándalos, sin técnicas, sin aspavientos. Solo juego limpio, liderazgo y una ética de trabajo impecable.

Una carrera sin ruido, pero llena de respeto

Conley fue el arquitecto discreto del famoso equipo de los Memphis Grizzlies del grit and grind, al lado de Tony Allen, Zach Randolph y Marc Gasol. Entre 2007 y 2019 fue el motor silencioso del equipo, y aunque no tuvo reconocimiento mediático, fue esencial para que Memphis llegara a sus primeras finales de conferencia en 2013.

Nunca fue All Star durante sus mejores años, y solo llegó a esa cita en 2021 como reemplazo de reemplazos. Sin embargo, su legado se ha construido en otro terreno: el del respeto. Es el único jugador en la historia de la liga con más de mil partidos y cero faltas técnicas. Además, ha sido elegido en cuatro ocasiones como el jugador más deportivo de la NBA.

Minnesota y un proyecto que maduró a tiempo

Después de dejar Utah en plena reconstrucción, Conley aterrizó en Minnesota y rápidamente se convirtió en mentor de un grupo joven y talentoso, encabezado por Anthony Edwards. En 2024 firmó una extensión por dos años, lo que le permite seguir soñando con alcanzar las dos décadas en la liga. Hoy, los Timberwolves están en finales de conferencia y luchan contra los Oklahoma City Thunder por un lugar en las Finales.

Conley, con sus 71 partidos de temporada regular esta campaña, ha demostrado que todavía tiene gasolina en el tanque. Su liderazgo, tanto dentro como fuera de la cancha, ha sido clave para mantener a flote a un equipo que no llegaba tan lejos en playoffs desde su fundación en 1989.

Rutinas, salud y una profesionalidad intachable

El cuidado que Conley dedica a su cuerpo es otro de los pilares de su longevidad. Desde una grave lesión en 2017, cambió su dieta, eliminó la carne roja y adoptó un régimen de comidas extremadamente estricto. No come nada antes de las 11:00 a.m. ni después de las 6:30 p.m. Además, mantiene la costumbre de hacer un mate al final de cada calentamiento, como símbolo de que todavía puede competir con los jóvenes.

De hecho, Conley es el décimo jugador más veterano de la NBA esta temporada. Su presencia en el vestuario ha sido fundamental para once jugadores de los Wolves que tienen 25 años o menos.

Más que un base, un símbolo de cómo se puede trascender

No todos los jugadores que dejan huella en la NBA lo hacen con highlights. Algunos lo hacen con principios. Mike Conley es uno de ellos. Es hijo de un medallista olímpico y ha tenido una carrera ejemplar, tanto en lo deportivo como en lo humano. Dos veces elegido Teammate of the Year, es ese tipo de figura que las franquicias valoran incluso más que las estadísticas.

En sus casi dos décadas en la liga, ha sumado más de 40,000 minutos entre temporada regular y playoffs. Y aunque nunca ha sido campeón, nunca ha dejado de estar cerca. Ahora, está en una situación única: con todo por ganar y nada que probar. Las apuestas Final NBA tienen los ojos sobre él.

El momento es ahora

Conley y los Timberwolves están a un paso de hacer historia. De vencer a los Thunder, se abriría la posibilidad de cumplir el único gran pendiente en la carrera del base: jugar unas Finales de la NBA. Y quién sabe, tal vez ganarlas.

Su historia recuerda a otros veteranos que buscaron la gloria tras años de sacrificio. De hecho, su deseo de jugar 20 temporadas resuena con el espíritu de quienes también buscaron cerrar el ciclo con una victoria, como lo hacen tantos futbolistas en el máximo escenario internacional: el Mundial de Fútbol.

Porque aunque la NBA y el fútbol tienen sus diferencias, hay algo que comparten: los sueños de quienes lo dan todo por un último gran logro. Y Mike Conley, sin duda, está en esa lista.